Un plan de marketing digital consiste en la elaboración de un informe detallado con información básica sobre la empresa y su entorno, sus objetivos comerciales y sus metas, además de las técnicas y estrategias de marketing digital a ejecutar para poder alcanzar los objetivos deseados.
El principal beneficio de crear dicho plan es poder plasmar de forma clara y directa en un documento a través de qué tácticas y estrategias se tratará de alcanzar los objetivos propuestos, estableciendo un plan de trabajo concreto a ejecutar, y alineando los esfuerzos de todos los miembros del equipo de marketing.
Aunque para hacer un plan de marketing digital se necesita en muchos casos llevar a cabo una profunda investigación de mercado, y no es tarea fácil, un buen plan de marketing puede aportar múltiples beneficios, entre los que cabe destacar los siguientes:
Para elaborar un plan de marketing digital se deben llevar a cabo unos serie de pasos esenciales. Aunque no exista un único modelo de plan de marketing digital, pues cada negocio es diferente y tiene unas particularidades distintas, existen un conjunto de fases que conviene incluir en la mayoría de los casos:
Lo primero que se debe hacer es un estudio pormenorizado de la situación actual de la marca a nivel de marketing digital. Para ello, se analizarán el entorno interno y externo al negocio. En el análisis interno se tendrán en cuenta el microentorno: aspectos como la misión, visión y valores, posicionamiento actual, el buyer persona, la competencia, y los proveedores, entre otros. Para el análisis externo se tendrá en cuenta el macroentorno, que estudiará cómo influyen los factores legales, económicos, políticos, socioculturales, tecnológicos y demográficos en el negocio.
Además, es importante realizar un análisis DAFO, puesto que es una herramienta muy útil para explorar la situación actual y la posible evolución futura de la empresa y del mercado, mediante la cual se analizan las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas existentes.
Tras conocer en profundidad la situación en la que se encuentra la empresa, se determinan una serie de objetivos a alcanzar en un tiempo determinado (ya sea corto, medio o largo plazo). En primer lugar se especifica un objetivo general a conseguir, y en base a éste se determinan los objetivos específicos por departamento o equipo de trabajo que han de contribuir a lograr el objetivo general.
Para determinar cada una de estas metas u objetivos es fundamental seguir la metodología SMART, para asegurarnos de que estamos fijando metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos temporales concretos.
Una vez definidos los objetivos, es necesario definir qué estrategias y tácticas se van a ejecutar para poder alcanzar los objetivos fijados. El conjunto de tareas específicas a realizar y su cronología constituirán nuestro Plan de Acción. Para seleccionar qué estrategias de marketing digital llevar a cabo, hemos de tener en cuenta cuáles son los canales que mejor llegan al público objetivo que se quiere alcanzar, cuál es el formato de comunicación que mejor funciona con nuestro target, cuál es la propuesta de valor diferencial (USP) a comunicar, cuáles son nuestras principales ventajas competitivas con respecto a nuestros competidores, y cuáles son los principales atributos de marca con los que ésta quiere ser percibida por parte de sus clientes potenciales (posicionamiento de marca).
Tras definir y determinar cuáles serán las tácticas y acciones que se van a desarrollar, es el momento de planificarlas en un calendario o en un cronograma antes de llevarlas a la ejecución. Planificar las acciones en el tiempo nos permite tener una visión más clara de cuándo se tienen que llevar a cabo las acciones y la duración de éstas en el tiempo, así como de las dependencias existentes entre las diferentes tareas a ejecutar.
El plan de contingencias es una herramienta del marketing que se utiliza para estudiar y prever posibles escenarios futuros negativos que puedan alterar el cumplimiento de los objetivos. La elaboración de un plan de contingencias permitirá diseñar acciones secundarias que servirán para poder solventar cualquier impacto negativo que afecte a la implementación de nuestro plan de acción.
El plan de marketing digital no finaliza una vez se diseñan y se llevan a cabo las acciones, tácticas y estrategias planificadas. Se tiene que proceder a la última fase, que consiste en la medición y el análisis de los resultados obtenidos. Es necesario medir el impacto de cada acción de marketing utilizando los KPIs y métricas correspondientes, para poder calcular su ROI (retorno de la inversión) y poder determinar si las estrategias y acciones empleadas han sido lo suficientemente efectivas. Esto nos permitirá sacar conclusiones y mejorar la toma de decisiones futura, ya que se tendrá una guía de cómo han funcionado las tácticas y estrategias de marketing utilizadas.
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